Documentos británicos sobre Franco y la IIGM

Responder
kilo009
Administrador
Mensajes: 7691
Registrado: 13 Nov 2006 22:29
Ubicación: Foro de Inteligencia
Contactar:

Documentos británicos sobre Franco y la IIGM

Mensaje por kilo009 »

Documentos desclasificados de inteligencia británica sobre Franco y entrar o no en la Segunda Guerra Mundial

http://m.guardian.co.uk/uk/2013/may/23/ ... bribes-ww2
MI6 spent the present-day equivalent of more than $200m bribing senior Spanish military officers, ship owners and other agents to keep Spain out of the second world war, files released today disclose.

More and more money was delivered, mainly via a Swiss bank account in New York, as Sir Samuel Hoare, Britain's ambassador in Madrid, warned London that unless it was paid, there was a real and immediate danger of Spain abandoning its neutrality and of Franco joining forces with Nazi Germany.

In June 1940, Hoare was demanding an initial $1m. "I personally urge authority be granted without delay, and that if you have doubts, the prime minister be consulted," he told the Foreign Office in London. "Yes indeed," Churchill initialled on a copy of Hoare's deciphered telegram in red ink.

One file names "Senores Jose Jorro Andreo and Rasado Silva" Torres as recipients of British funds sent, in their case, to the Bank of Portugal in Lisbon.

"It may well be that Spain's entry in the war will depend on our quick action," telegraphed Hoare in another urgent plea for MI6 cash to spend on agents. The situation was "cricial", he insisted: "I cannot spend spare time to explain the position in detail."

Hoare claimed that British money was responsible for the arrest of people plotting to persuade the Spanish dictator to join the war on Germany's side. Hoare succeeded in persuading ministers in London. A top secret message from Lord Halifax, the foreign secretary, referred to British contact with guerrillas in the event of Spain being invaded by Germany. "Please burn this letter when you have read it," he told Hoare.

British agents later made contacts in Lisbon with an unnamed Spanish Republican leader and representatives of the Allianza Democratica Española. Churchill's concerns that British agents were "contacting 'Reds' with the object of stirring up a revolution" were allayed by Hugh Dalton, the minister for economic warfare, the files show.

At least $14m, some $200m in today's value, from MI6's secret vote was spent on Spanish agents during the second world war, according to the documents. At one point, British ministers persuaded the US to unblock cash for Spanish agents held in banks in New York.

Franco seemed determined throughout the war to remain neutral, though was on close terms with Germany behind the scenes.

Spaniards were not the only beneficiaries of MI6 money approved by FO ministers. "We recently put forward to our ambassador in Baghdad a suggestion for the adoption of large-scale bribery of politicians and other leading personalities in Iraq," says a file dated January 1941. The file suggests that Britain had to keep up with the Italians and Germans, placing an initial £100,000 at the embassy's disposal. The document then adds: "We have been trying by hook or by crook to dislodge the Iraqi prime minister" – a reference to the pro-Axis Rashid Ali al-Gaylani.

The spy who cross-dressed
An MI6 officer was arrested by police in Madrid during the second world war dressed "down to a brassiere, as a woman", a file disclosed today recalls. Dudley Clarke, masquerading as a Times journalist, said he told Spanish police he was a "novelist and wanted to study the reactions of men to women in the streets". He later explained that he was taking the "feminine garments to a lady in Gibraltar and thought that he would try them on "for a prank".

An anxious report to C, the head of MI6, in London reported that among the items in his suitcase was a "roll of super fine toilet paper, which particularly excited the police, who are submitting the sheets to chemical tests".

Communications intercepted by the British revealed that German officials described the case as a "first class espionage incident".

But Clarke was released, and quickly made for Gibraltar. "Please keep him under strict surveillance and despatch to Middle East by next plane," C told Gibraltar's governor. "If he shows signs of mental derangement, he should however be sent home by first ship."

He did not. Clarke "went on to have a brilliant career in deception", wrote Keith Jeffrey in his official MI6 history.

• This article was amended on 23 May 2013. In the original, the headline gave a figure of £200m, which should have been $200m.
http://cultura.elpais.com/cultura/2013/ ... 83805.html
Saber para Vencer

Twitter

Facebook
Arrano
Operaciones Especiales
Operaciones Especiales
Mensajes: 166
Registrado: 12 Mar 2013 11:51

Re: Documentos británicos sobre Franco y la IIGM

Mensaje por Arrano »

Dinero tirado. Hoy sabemos en España, que Franco no tenía la minima intención de entrar en la guerra. Además de que, quien de verdad mandaba, que era el Estado Mayor del Ejercito no los empresarios como ahora, estaba escrupulosamente elegido para ser neutral entre germanofilos y anglofilos. Sólo hay que leer las memorias de Suñer o Armada para ver lo que de verdad pasaba.
Tampoco casa esta noticia con las informaciones que dicen que el OSS y la diplomacia Norteamericana, negociaron con el dictador de Portugal, la neutralida y continuidad de ambos dictadores. Franco y Salazar eran intimos amigos. Es la única razón de que EEUU no invadiera las Canarias. En fin no es el foro adecuado pero que si GB quería asegurarse la neutralidad 100%, no creo que se compre con 200 millones. Se me ocurre mejor la entrega de Gibraltar al final de la guerra.
kilo009
Administrador
Mensajes: 7691
Registrado: 13 Nov 2006 22:29
Ubicación: Foro de Inteligencia
Contactar:

Re: Documentos británicos sobre Franco y la IIGM

Mensaje por kilo009 »

Hombre, no soy de Estado Mayor, pero hasta el otro día se estaba discutiendo en Foros Militares por qué aún Gibraltar no era española, y siempre se apuntaba a los temores de que pudiera controlar totalmente las dos orillas del Estrecho.

Amplio información que me he encontrado hoy:
JAVIER DURÁN Casi veinte años antes el humo que despedía el puro de Churchill era más trascendental: en sus caladas profundas a los enormes habanos iba incluido el futuro de Europa, la pesimista visión de que el continente se podía despeñar junto al delirio de Hitler. Es 1959 y se encuentra a bordo del yate Christina, como invitado del armador Onassis. Su mirada, desde el Puerto de Luz, se posa en las montañas y le molesta que las densas volutas que salen por su boca le tapen la orografía. El gran muñidor reflexiona: dos décadas atrás pudo apretar el botón para tomar Gran Canaria y controlar desde allí el Atlántico. Incluso había de por medio un golpe de Estado que le ponía en bandeja la operación. Levanta la copa y observa la perplejidad de sus oyentes. Sabe de antemano que la Historia, entre más añeja, más increíble. Pero fue así.

Año 1940, sir Samuel Hoare, embajador británico en Madrid, escribe a la desesperada un mensaje cifrado al secretario del Foreing Office, el vizconde Halifax, alarmado por la posible entrada de España en la II Guerra Mundial al lado de Hitler. El texto, recién desclasificado por los Archivos Nacionales británicos, dice: "Hay indicios de que está cogiendo impulso la idea de abandonar la neutralidad y tengo la impresión de que ha llegado el momento de actuar de forma inmediata para verificarlo".

Segundo paso: a través del banquero mallorquín Juan March empiezan a pagar sobornos por 13,5 millones de dólares (hoy 170 millones de euros) a políticos y generales españoles (Nicolás Franco, Varela, Aranda, Queipo de Llano, Kindelán, Orgaz y Asensio...) para contrarrestar la germanofilia dominante del ministro Ramón Serrano Suñer.

Tercer paso: en paralelo, Churchill, que no quiere sorpresas ni se fía, pone a buen recaudo a 24.000 hombres para responder con una invasión de Canarias que trataría de paliar la pérdida de Gibraltar. En su tablero de ajedrez, otra variante: Adroit, una operación de ocupación del Archipiélago por mediación (por "invitación", en los informes). Entre los anfitriones, un gobierno de resistencia nacional contra la beligerancia española promovido por civiles y militares monárquicos. ¿Sería esta alambicada operación el resultado final de la compra de voluntades, o bien fue un farol de los generales (o del comisionista Juan March) para seguir beneficiándose de la ruleta de los sobornos?
La teoría de Canarias en la conspiración monárquica contra Franco subió más arriba del escalón de la mera especulación gracias al propio caudillo. Abril de 1960. "Cuando se hablaba de que los alemanes iban a invadir España en la última guerra europea, el entonces capitán general de Canarias, el fallecido teniente general García Escámez, se había puesto de acuerdo con los elementos monárquicos de Estoril para hacerse independiente del Gobierno español, proclamando la monarquía de Don Juan en las Islas". Así transcribe Francisco Franco Salgado-Araujo en Mis conversaciones privadas con Franco (1976) una afirmación que le hizo su primo, el caudillo, tras la entrevista que mantuvo en Cáceres con Don Juan de Borbón sobre la futura educación de su hijo Juan Carlos, todavía aspirante a lo que el dictador quisiese. El caudillo o el transcriptor tuvieron que sufrir un resbalón de la memoria, porque Francisco García-Escámez e Iniesta , muerto en Santa Cruz de Tenerife en 1951, alcanzó la Capitanía General y la Jefatura del Mando Económico de Canarias en 1943, cuando ya los británicos dieron por cancelado su interés por el Archipiélago. Sólo pudo ser parte de la conspiración monárquica que le atribuye Franco como gobernador militar, de septiembre de 1940 a abril de 1942, periodo durante el que ocupó el cargo. A título póstumo se le concedió el honor de marqués de Somosierra, quizás como un gesto ácido hacía su periclitar monárquico.

Fuese o no el enlace que abriría el Puerto de La Luz a los británicos en paralelo a una monarquía en Gran Canaria con los juanistas, el gaditano García-Escámez, animador socioeconómico de la autarquía isleña, cargaría de forma irremediable para la Historia (y hasta para la Wikipedia), por designación del supremo, con la responsabilidad de tan arriesgada misión. Salgado-Araujo asegura en su libro que fue alguien del entorno de Don Juan de Borbón quien le habló de las veleidades monárquicas del capitán general durante el encuentro de Cáceres. El caso es que Franco aprovechó para avanzar un poco más y así lo escribe el autor: "Cuando estuve oficialmente en Canarias después de la última guerra europea, me extraño que en un sitio visible hubiese una fotografía de Don Juan de tamaño bastante grande, con una expresiva dedicatoria. Mi sorpresa fue grande, pues yo sabía que García-Escámez había sido siempre partidario de la república y no sabía a qué venía tanto cambio de ideales políticos. Ahora me lo explico".

Bugler, Chutney, Puma, Pilgrim o Tonic eran proyectos británicos para ocupar las Islas Canarias entre 1940-1943. Cambiaban de nombre a velocidad de vértigo para escurrirse del espionaje. Siempre tenían como prioridad el Puerto de La Luz , la base más ensalzada en los informes por su capacidad para ofrecer atraque a grandes buques de guerra. La marcha de la II Guerra Mundial, las derrotas de los aliados frente a Hitler o el miedo a perder Gibraltar marcaban, entre otros factores, la imposición de una mayor o menor energía al operativo, que en su momento más álgido llegó a tener a miles de hombres entrenándose en Inveraray, Escocia, con la consiguiente retención de barcos que afectaría al envío de refuerzos a Oriente Medio y a las importaciones británicas. Churchill no se arredró y anotó el 18 de septiembre de 1941: "Hemos de pagar el precio o ser cogidos de improviso". La larga lista de denominaciones en clave la cerró Breezy, la más impactante de todas las operaciones. Su objetivo era la rendición de la guarnición militar tras un bombardeo sistemático. Sólo tuvo un mes de vida en la agenda de Churchill: el primer ministro aceptó el argumento de que una acción de estas características contra un país neutral traería consigo el rechazo internacional. Hitler, por su parte, se curaba en salud: le pedía garantías a Franco sobre la capacidad defensiva de Canarias, o le exigía la entrega de una de las islas para afrontar una invasión británica. Al final se conformó con mandar a un inspector.

Y en medio de las dudas británicas sobre si dar o no la orden de ataque sobre las Islas está Adroit, una estrategia que se cocinaba a fuego lento, alimentada por el espionaje y pendiente de la reacción de unos generales refractarios a la idea de una beligerancia española al lado de Hitler. El historiador Juan José Díaz Benítez, profesor de la Universidad de Las Palmas (Ulpgc), acaba de publicar en la revista Hispana Nova un trabajo sobre la planificación militar de Inglaterra sobre Canarias en la II Guerra Mundial, donde se ocupa de Adroit. "A pesar de las escasas expectativas depositadas en los planes para colaborar con los generales españoles más neutralistas, en el caso de una intervención alemana en la Península, los contactos prosiguieron durante los siguientes meses. Hoare [embajador británico en Madrid] indicó a finales de agosto de 1941 que si el III Reich invadía España, estos generales invitarían a Gran Bretaña a instalarse en Canarias. En octubre se llegó a hablar incluso de forzar el cese de Serrano Suñer, lo cual podría provocar una intervención alemana, tras lo que los conspiradores formarían un gobierno monárquico, en el que los miembros civiles serían llevados al Archipiélago", escribe el autor de Canarias indefensa.

¿Qué credibilidad daba el mando de Gran Bretaña a la operación Adroit? Parece ser que los ingleses no tenían claro la efectividad de sus sobornos a los generales, o bien cuál sería el grado de compromiso de los beneficiados. Sabían que Franco utilizaba el BOE para contentar al escalafón más alto, y que hacía la vista gorda ante corruptelas y negocios dudosos en los que estaban implicados miembros de su jerarquía militar. A la luz de la confirmación contable de la existencia de los sobornos, parece incompatible el gesto de poner la mano con la sincera aspiración política de luchar por una monarquía. Dado el escenario, plagado de los mejores aditamentos de una película de espías y con tantas desconfianzas, los británicos funcionaban con Adroit como con varios calderos al fuego y en ebullición.

Díaz Benítez subraya que el problema básico era que no tenían claro quién sería el anfitrión, y como consecuencia de ello esbozaron una serie de hipótesis en sus papeles (depositados en los archivos británicos) sobre quién sería el elefante blanco que les abriría las puerta de Canarias. A continuación, el esquema del historiador: 1) Invitación del gobierno español; 2) De una parte de él; 3) De la guarnición de Canarias; 4) De una parte de la misma; y 5) De un grupo independentista. El supuesto dos introduce el golpe de Estado por unos generales monárquicos, mientras que el tercero y el cuarto teledirige la responsabilidad a un capitán general rebelde. El último de ellos sólo es explicable desde la falta de información del MI6 sobre qué ocurría realmente en las Islas (aunque con sobornos nunca se sabe). Y sobre el primero, se supone que activo como respuesta a la gravedad de que Hitler no hubiese respetado la no beligerancia de España.
Tal como esgrime el profesor de la Ulpgc, las incertidumbres son el reflejo de carácter estratégico, virtual, que tuvo Canarias en la II Guerra Mundial, al igual que Azores o Cabo Verde, si bien en desventaja estas últimas con respecto al Archipiélago por carecer de puertos idóneos. Díaz Benítez contextualiza los intereses que estaban en liza: "La necesidad de garantizar el éxito obligaba a mantener en secreto los preparativos para la conquista de Canarias, por lo que no podían ser usados abiertamente como un instrumento de presión sobre el régimen franquista. No obstante, éste era consciente de que el Archipiélago constituía uno de sus territorios más vulnerables a una represalia británica, en el caso de que finalmente atacase Gibraltar. Sin embargo, pese al esfuerzo defensivo realizado en el Archipiélago, éste no estaba mejor defendido en junio o septiembre de 1940, cuando España negociaba su beligerancia, que en noviembre o diciembre de ese mismo año, cuando la indefensión de las Islas se presentaba como una de las razones que aconsejaban el aplazamiento de la entrada del régimen franquista en la guerra. En realidad, a Franco no le había importado arriesgar la seguridad de Canarias si con ello conseguía sus ambiciosas reivindicaciones territoriales en África".

El expediente Adroit, en lo que se refiere a una ocupación de Canarias por invitación de unos golpistas, podría cerrarse con la hipótesis de que sólo existía un negociete de unos generales que se enriquecían gracias al momento histórico. Pero no era lo único. Los golpistas creían que el apoyo británico les abría la espita de la restauración. El exministro de Instrucción Pública Pedro Sainz Rodríguez (1938-1939), con el pedigrí de formar parte del núcleo de los sublevados del 36, había sido el encargado de la operación de limpieza de cualquier atisbo republicano en la educación española tras la guerra civil, un empeño fanático de graves consecuencias para maestros y catedráticos. La versión oficial es que fue cesado por utilizar el vehículo oficial para ir a trasegar por burdeles, pero lo cierto es que en 1941 se instaló en Estoril y pasó a formar parte del consejo privado de Don Juan de Borbón, donde primero conspiró a favor del hijo de Alfonso XIII y después para que Franco tuviese entre sus previsiones mayestáticas al nieto. En 1981, a una edad avanzada, escribió Un reinado en la sombra, producto de su memoria y de sus conversaciones con el conde de Barcelona. En este libro, el erudito fascista y luego monárquico, como el mejor Fouchè, se atribuye a sí mismo un papel estelar en el caso de que Alemania invadiese la Península. Según él, con motivo de la operación Torch (1942), desembarco británico-estadounidense en África del norte en la II Guerra Mundial, Gran Bretaña había puesto a su disposición un buque para trasladarlo a Canarias, con el fin de instalar allí un gobierno de resistencia monárquico en el caso de que Hitler tomase el territorio nacional.

Ningún documento oficial británico, al menos entre los desclasificados hasta ahora, asigna a Pedro Sainz Rodríguez el papel de ´elefante blanco´. Tampoco aparece en las lista de los sobornados a través de Juan March. ¿Un farol? El periodista Luis María Anson, presente en muchos de los aderezos de la última historia política de España, sobre todo en los de tinte monárquico, no duda de la conspiración contra Franco desde Canarias, paradójicamente del lugar desde donde lanzó su ofensiva en 1936. El académico escribió en 1994, en Don Juan, que el heredero sería proclamado Rey y Sainz Rodríguez presidiría el Gobierno desde Canarias bajo la protección británica, y contaría para su objetivo con la participación de Areilza y Vegas Latapié y los generales Aranda, Kindelán, García Valiño y García-Escámez.

Para Díaz Benítez, una cuestión era el espíritu monárquico de los conspiradores y otra hasta dónde estaba dispuesta a llegar Gran Bretaña con su pragmatismo bélico. "Es posible que Sainz Rodríguez y otros conspiradores estuvieran convencidos del apoyo británico, pero no parece que Inglaterra estuviera dispuesta a comprometerse tanto como aparentaban los monárquicos. Al fin y al cabo", esgrime el historiador, "la restauración no era una prioridad para ella: lo importante era conseguir el uso de las infraestructuras aéreas y marítimas de Canarias pacíficamente, ya fuera a través de los conspiradores monárquicos o de cualquier otro que se las ofreciera. Además, la decisión de no intentar derrocar a Franco al final de la guerra indica que no tenía mucha fe en la vuelta de monarquía como forma de garantizar el orden social y político de España".

Miller fue un espía anglocanario para Canadá

En1942 hay una inflexión en el operativo para invadir Canarias: la estrategia Tonic, que antes había recibido los nombres en clave de Chutney, Puma y Pilgrim, pasó en octubre de 1942 al Primer Cuerpo de Ejército Canadiense, mientras que los británicos continuaron a cargo de Adroit. Fue en el cambio de testigo cuando el staff canadiense decide hacer un informe sobre la situación real de las Islas, geografía, defensa, costas, población... La investigación dio lugar a un trabajo limitado por falta de fuentes, aunque en las 145 páginas resultantes pudo participar, según el profesor Díaz Benítez, T. B. C. Miller, subteniente de la reserva de Voluntarios de la Armada Real. Para el profesor, es Basil Miller, hijo del empresario británico Gerald Miller, establecido en el Puerto de la Luz, de donde partió para enrolarse en la RNVR. El informe daba por hecho que la población estaba a favor de una ocupación aliada.

Un informe a medida de las autoridades militares

El informe de Tonic tiene un apartado sobre los mandos militares. El más destacado, detalla Díaz Benítez, es para Ricardo Serrador Santés (Santos en la investigación), del que se dice que intentaba crear una fuerza muy numerosa para el material disponible, así como que es germanófilo y franquista. También se añadía que no era muy inteligente y que se había enfermado a causa del exceso de alcohol, algo de lo que ya había informado el general Aranda en la conversación que mantuvo con el agregado militar birtánico a principios de 1942. Del resto de las autoridades, la pesquisa resuelve que el gobernador militar Eugenio Sanz de Larín no es tan destacado y hábil como su antecesor García-Escámez e Iniesta, pero sí un buen soldado y, además, no parecía germanófilo. Kraus, el militar-inspector que envió Hitler en 1940 a la Isla, exoneraba a Serrador de cualquier propensión alcohólica.
http://www.laopinion.es/canarias/2013/0 ... 83050.html
Saber para Vencer

Twitter

Facebook
Zigor
Jefe de Operaciones
Jefe de Operaciones
Mensajes: 4856
Registrado: 07 Ago 2007 15:51
Ubicación: Más allá de donde la vista se pierde sobre el horizonte

Re: Documentos británicos sobre Franco y la IIGM

Mensaje por Zigor »

Independientemente de quién mandara más y de la verdadera potestad de la toma de decisiones el hecho cierto era que España estaba hecha polvo a consecuencia de la guerra civil y sufrió una dura posguerra, se fuera partidario o detractor de ayudar al eje, esa era una realidad palpable en todas partes, las consecuencias internas podrían haber trascendido al mero hecho de haber llegado a perder junto con los otros dos tordos de las patas cortas frente a los aliados. Resultó que quien estaba menos loco y era menos tonto de los tres esperpentos era el caudillo español, y con diferencia, otra cosa es que se hiciera el tonto, pero a Hendaya llegó tarde a la cita con el poderoso Führer porque quiso, muestra más que significativa de lo que iba a suceder. España quedó para la guerra mundial como territorio de movimientos de espías de uno y otro bando, y no como territorio bélico en sí.
".............Jakitea irabazteko............."
JO TA KE, SUGEA ZAPALDU ARTE !!!
GUAU
Jefe de Operaciones
Jefe de Operaciones
Mensajes: 973
Registrado: 06 Abr 2007 18:40
Ubicación: españa

Re: Documentos británicos sobre Franco y la IIGM

Mensaje por GUAU »

Yo soy de los que cree que España no entró en la Segunda Guerra Mundial porque Franco tenía muy clara su intención de perpetuarse en el poder. Entrar le podía costar caro y por eso lo desechó. Algunos historiadores apuntan al precio demasiado elevado que pidió a Alemania. Pues si. Sabía de sobra que no se lo darían. Para Franco a nivel personal, entrar en guerra, le suponía más que perder que ganar. Incluso cuando vió que Muñoz Grandes le podía hacer sombra tras su paso por la División Azul, rapidamente lo mandó a un destino "más oscuro". Él sabía que de entrar en guerra España, él no podría atender los "dos frentes", el interior y el exterior. Tenía muy clara sus prioridades. Del exterior solo le podría venir problemas en forma de otro líder que se curtiese en los campos de batalla.
Solo hay una cosa peor que carecer de fuentes de información, es dejarse
seducir por fuentes de información que cuentan mentiras.
Responder

Volver a “Documentales y videoteca”