La extrema izquierda de la mano con el terrorismo
Publicado: 28 Ago 2015 10:50
http://www.europapress.es/catalunya/not ... 43641.html
Estupor, asombro y auténtica verguenza, a veces no se si esas cosas son simple estupidez, una especie de resentimiento enfermizo hacia todo lo autoritario o hay algo mas siniestro.
Tenían ya los detonadores y las cargas estaban por llegar, el servicio secreto francés enfrentó el dilema de intervenir o no para evitar otro 11-M en Barcelona, perdiendo a cambio un muy valioso recurso como puede ser un insertado en célula jihadista, el cual quedará inutilizable de por vida en todo el ámbito islámico. Cuesta mucho, muchísimo introducir confidentes en esos entornos, y tal como se llevó el asunto por las autoridades españolas, es poco probable que vuelvan a ayudarnos en algo similar.
Ese confidente tuvo que sacrificar su carrera, el interés para el que trabajaba renegó de el, y actualmente al contrario de vivir con relativa comodidad o tener un perfil económico elevado, como pudieran suponer los lectores acostumbrados a finales felices en las películas de espionaje, a cambiado varias veces de domicilio y posee una vida bastante miserable, vivirá el resto de sus días escondiéndose de terroristas, periodistas y de otros servicios de inteligencia, pero digan lo que digan salvó a muchos, y Barcelona le debe muchísimo.
Estupor, asombro y auténtica verguenza, a veces no se si esas cosas son simple estupidez, una especie de resentimiento enfermizo hacia todo lo autoritario o hay algo mas siniestro.
Tenían ya los detonadores y las cargas estaban por llegar, el servicio secreto francés enfrentó el dilema de intervenir o no para evitar otro 11-M en Barcelona, perdiendo a cambio un muy valioso recurso como puede ser un insertado en célula jihadista, el cual quedará inutilizable de por vida en todo el ámbito islámico. Cuesta mucho, muchísimo introducir confidentes en esos entornos, y tal como se llevó el asunto por las autoridades españolas, es poco probable que vuelvan a ayudarnos en algo similar.
Ese confidente tuvo que sacrificar su carrera, el interés para el que trabajaba renegó de el, y actualmente al contrario de vivir con relativa comodidad o tener un perfil económico elevado, como pudieran suponer los lectores acostumbrados a finales felices en las películas de espionaje, a cambiado varias veces de domicilio y posee una vida bastante miserable, vivirá el resto de sus días escondiéndose de terroristas, periodistas y de otros servicios de inteligencia, pero digan lo que digan salvó a muchos, y Barcelona le debe muchísimo.