Conflicto: Uganda
Publicado: 03 Mar 2007 17:11
Conflicto con los rebeldes del LRA
La frágil tregua de seis meses firmada entre el gobierno de Uganda y el movimiento rebelde Ejército de Resistencia del Señor (LRA) expiró la pasada medianoche. Dado que no hay señales de renovación de la tregua, se teme que las dos partes puedan volver a la guerra, especialmente después de las amenazas esgrimidas por ambos bandos.
Los representantes del LRA abandonaron las conversaciones de paz el pasado mes de diciembre. La administración rebelde ha insistido que no habrá ninguna renovación de la tregua sin conversaciones de paz.
Pero ahora piden al presidente de Uganda, Yoweri Museveni, que hable con ellos
El vicecomandante del LRA, Vincent Otti, avisó de que sus hombres estaban preparados para comprometer al gobierno de Uganda en una guerra prolongada si se negaban a aceptar sus demandas.
Pero el presidente Museveni declaró que las fuerzas armadas del gobierno no lucharían contra el LRA si éste no intentaba regresar a Uganda: La mayoría de los rebeldes del LRA se encuentran ahora en campos de desmovilización en el sur de Sudán.
Ante el temor a la vuelta de las hostilidades, los líderes Acholi del norte de Uganda están intentando incansablemente mediar en un proceso de paz entre el gobierno y el LRA en el sur de Sudán.
La inculpación de los líderes del LRA por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por flagrantes violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra añadió más leña al fuego.
El parlamento ugandés hizo un llamamiento ayer a ambas partes para que retomaran las conversaciones de paz y respetaran el acuerdo de cese de las hostilidades que firmaron el año pasado.
Adolf Mwesigye, ministro de estado de Uganda, presentó una moción al parlamento, instando al LRA a regresar a Juba para las conversaciones de paz. La cuestión llevó a un acalorado debate al parlamento, con los diputados de la oposición argumentando que no se debería limitar el lugar de las conversaciones a Juba porque el LRA ya había rechazado el lugar anteriormente.
Sin embargo la enmienda se aprobó por abrumadora mayoría.
El ministro ugandés del Interior, Ruhakana Rugunda, declaró a los diputados que las conversaciones deberían continuar en Juba con la mediación del gobierno de Sudán del Sur. El ministro Rugunda acusó a algunas organizaciones no gubernamentales de fuera del país de socavar las conversaciones de Juba, declarando que el lugar carece de buenos hoteles e instalaciones de alojamiento.
Se cree también que el LRA pidió un cambio de lugar porque las fuerzas ugandesas estaban desplegadas en el sur de Sudán.
La frágil tregua de seis meses firmada entre el gobierno de Uganda y el movimiento rebelde Ejército de Resistencia del Señor (LRA) expiró la pasada medianoche. Dado que no hay señales de renovación de la tregua, se teme que las dos partes puedan volver a la guerra, especialmente después de las amenazas esgrimidas por ambos bandos.
Los representantes del LRA abandonaron las conversaciones de paz el pasado mes de diciembre. La administración rebelde ha insistido que no habrá ninguna renovación de la tregua sin conversaciones de paz.
Pero ahora piden al presidente de Uganda, Yoweri Museveni, que hable con ellos
El vicecomandante del LRA, Vincent Otti, avisó de que sus hombres estaban preparados para comprometer al gobierno de Uganda en una guerra prolongada si se negaban a aceptar sus demandas.
Pero el presidente Museveni declaró que las fuerzas armadas del gobierno no lucharían contra el LRA si éste no intentaba regresar a Uganda: La mayoría de los rebeldes del LRA se encuentran ahora en campos de desmovilización en el sur de Sudán.
Ante el temor a la vuelta de las hostilidades, los líderes Acholi del norte de Uganda están intentando incansablemente mediar en un proceso de paz entre el gobierno y el LRA en el sur de Sudán.
La inculpación de los líderes del LRA por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por flagrantes violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra añadió más leña al fuego.
El parlamento ugandés hizo un llamamiento ayer a ambas partes para que retomaran las conversaciones de paz y respetaran el acuerdo de cese de las hostilidades que firmaron el año pasado.
Adolf Mwesigye, ministro de estado de Uganda, presentó una moción al parlamento, instando al LRA a regresar a Juba para las conversaciones de paz. La cuestión llevó a un acalorado debate al parlamento, con los diputados de la oposición argumentando que no se debería limitar el lugar de las conversaciones a Juba porque el LRA ya había rechazado el lugar anteriormente.
Sin embargo la enmienda se aprobó por abrumadora mayoría.
El ministro ugandés del Interior, Ruhakana Rugunda, declaró a los diputados que las conversaciones deberían continuar en Juba con la mediación del gobierno de Sudán del Sur. El ministro Rugunda acusó a algunas organizaciones no gubernamentales de fuera del país de socavar las conversaciones de Juba, declarando que el lugar carece de buenos hoteles e instalaciones de alojamiento.
Se cree también que el LRA pidió un cambio de lugar porque las fuerzas ugandesas estaban desplegadas en el sur de Sudán.