MASINT y disciplinas

[EJ]

Pues que sepas, que tengo todos tus post en un fichero aparte.

Me parece uno de los relatos mas y mejor documentados que he leido en mucho tiempo.

Y tu vision de la operativa es muy exacta.

[juan de la cosa]

Un solo justo hallaré que no destruiré la ciudad...las viejas palabras de Yahvé llevan a Juan de la cosa a terminar el relato. La verdad es que lo dejé a medias porque nadie dijo nada. Pero ya que un justo pide el secreto de cómo cazar bajo el hielo, el secreto será revelado.

[juan de la cosa]

El problema al que se enfrenta el HMS Turbulent es más complejo de lo que parece. La táctica habitual de los submarinos rusos cuando zarpan de Polyarni es navegar en superficie a cinco nudos hasta llegar a una determinada zona con fondos de cien metros y cercana al limite de la banquisa. El hecho de que durante años las marinas OTAN han tenido siempre alguno de sus nucleares rondando cerca y el hecho, denunciado por la flota soviética en tiempos de Breznev, de que la US Navy había dispuesto dispositivos de escucha en el interior del Bastión hizo que los rusos desarrollaran nuevas tácticas. Un equipo de varios grupos de cazadores de superficie, submarinos diesel SSK y Il-38 May forma una barrera de protección invisible. Normalmente hubiese bastado con situarse en las inmediaciones de Polyarni y seguirles a cinco nudos, pero los rusos se han dado cuenta de lo que ha pasado y ya han caido el Jimmy Carter y dos más. Para complicar más el problema, los rusos han activado su dispositivo antisatélites y mediante pulsos láser han procedido a cegar al KH-11 en su segunda pasada sobre nuestro D'elfin. Un pulso láser sobre un satélite óptico cegará su optica y lo inutilizará. El KH-11 nos ha indicado que la bestia del apocalipsis habia zarpado, pero ya no nos puede dar una indicación, siquiera aproximada. ¿Qué hacer?. La solución es que un CP-180 Aurora canadiense tiene que jugarse la vida, atravesar el polo y, al limite de su autonomia, lanzar un pulso radar y, si hay suerte, nos pasará la posición del Boomer, que no se sumergirá hasta que esté a unas doscientas millas de la banquisa. Los rusos son muy rigidos y mantienen la distancia básica a la banquisa, pese a que el cambio climático hace que la banquisa esté este año más lejos de lo habitual. La verdad es que usar un CP-180 para esto es de locos, pero sin satélite y con la política de señuelos de ruido de los rusos, que inutiliza nuestros oídos, no queda otra. A nuestro favor juega que el mando antiaéreo ruso usa S-300P con un alcance de 90 kilómetros en vez de los más de 180 km del S-300MP comercial y que los Su-27 lo tendrán dificil para hallar vector sobre nosotros. Por si el plan del Aurora falla, el HMS Turbulent ya está en el borde de la banquisa y, en cuanto salga de ella desplegará su sonar remolcado. No tiene la capacidad de análisis del TB-29 del Seawolf, pero será suficiente. Sin SOSUS ni satélite la cosa está difícil, pero nuestro capitán aspira a que la Reina le haga Sir, algo hará.

[juan de la cosa]

Aqui procede hablar de las tácticas de combate rusas y de su armamento. La doctrina norteamericana de SSBN se apoya en que son extremadamente silenciosos y sus puertos dan a mar libre, cosa que no tienen los rusos. Cualquier SSBN ruso, con la excepción probable del nuevo Yuri Goldokuri, será más ruidoso que los norteamericanos, franceses e ingleses y está en puertos con muy mala salida al mar, con poco fondo o, como pasa en Vladivostok, con una zona de paso controlada por Japón. Dado que son más ruidosos y que más de una vez se han visto seguidos a corta distancia por un hunter-killer OTAN, los rusos han adaptado sus tácticas. El boomer ruso tendrá una escolta cercana compuesta por un SSK (en este caso un Kilo) y un SSN (hablamos de un Akula). El diesel SSK va por delante abriendo camino y por detrás va el Akula. Ambos están equipados con Sqval, un torpedo hipercavitante. ¿Qué es un torpedo hipercavitante?. Pues mediante un medio que en Occidente aún no se conoce, dicho torpedo viaja envuelto en burbujas de vapor de agua. En realidad tiene que ver más con la aerodinámica que con la hidrodinámica. Con la ayuda de un motor cohete, dicho torpedo alcanza 220 nudos de velocidad, con un alcance de cuatro millas, el alcance táctico ideal bajo los hielos. Para que os hagáis una idea, los torpedos Spearfish del Turbulent alcanzan 60 nudos y son considerados como los torpedos occidentales más veloces. Pero no os penséis que dicho torpedo es perfecto, en su interior alberga un grave problema...¿Os acordáis del Kursk?. El Sqval utiliza peróxido de hidrógeno como combustible, combustible que es muy inestable y corrosivo si no se maneja bien. Lo que paso en el Kursk fue que en el curso de unas maniobras cargaron un Sqval en la sala de torpedos y procedieron a lanzarlo. Algo falló y el torpedo explotó violentamente mientras salía del tubo. Todos los que vimos las fotos del Kursk cuando lo sacaron del agua vimos que la proa estaba abierta como una flor, había explotado el combustible y por simpatía la carga explosiva. Mortal. Ningún arma es perfecta.
Volviendo a las tácticas rusas, sus dos guardianes no se separarán del D'elfin más de cuatro o cinco millas de su proa y popa. El SSK les acompañará hasta un poco más allá de la banquisa, su sistema de propulsión no le permite navegar bajo los hielos más allá de una pequeña distancia. La táctica es la siguiente: el escolta que descubra al Turbulent le lanzará un ping, un pulso sonar en cuanto lo descubra y procederá a lanzar un Sqval. El otro, que permanecerá oculto, aprovechará las maniobras evasivas del Turbulent para tratar de conseguir un "tiro de oportunidad". Mientras tanto el SSBN aprovechará la confusión para desvanecerse bajo el hielo. Si consigue apartarse del Turbulent más de quince millas, el Turbulent habrá perdido la virada.
De todas formas no os penséis que con alcanzar con un torpedo al boomer ya está todo hecho, el diseño ruso de submarinos está preparado para encajar impactos. Sólo una cabeza de carga hueca e impacto directo o un impacto en el eje de la hélice aseguran la destrucción de nuestro asesino submarino. Nuestro capitán puede ganar seguro su titulo de Sir, pero antes tendrá que sudar un poco...

[capitan hadock]

Aunque no me desaga en elogios, como dice el encabezado: no pares, sigue, sigue.
Lo mismo que el amigo EJ, te seguimos en cada relato. Tengo compilados estos tus mensajes como si de una novela se tratara, que de hecho una novela es y bien documentada pardiez.
Saludos

[juan de la cosa]

Acabaré dedicándome a la novela en vez de a la ingeniería...
¿Qué puede hacer el HMS Turbulent?. La táctica habitual era esperar a la salida de Polyarni y seguir a baja velocidad al SSBN. Hubo casos en que el cazador seguía a una distancia de 100 metros a su presa. Ocultos por el propio ruido de la hélice de su victima, permanecían ocultos. Ante dicha táctica, los capitanes rusos inventaron el Crazy Ivan. Navegarían a baja velocidad y, de repente, darían media vuelta volviendo a pasar por donde ya habían pasado. El resultado fueron varias colisiones submarinas y el regreso a casa de los cazadores con el sonar averiado. Desde entonces se decidió seguirlos a mayor distancia. Lo ideal sería que un medio externo, bien un satélite (cegado) o bien un avión antisubmarino dé las coordenadas. Sin esos datos, lo único que se puede hacer es buscar una zona de convergencia y ver si hay suerte. Una vez detectado el "convoy" ruso, hay que pegarse detrás y atacarles bajo el hielo, una vez el SSK se haya retirado. La única forma de ataque con éxito es por la popa, al eje de las hélices. Mientras nosotros estudiamos la situación, el CP-180 procede a dar un barrido radar desde un punto más allá de la banquisa. Nada. Viraje hacia Polyarni y que sea lo que Dios quiera. ¿Tendrán suerte nuestros hunter-killer?

[juan de la cosa]

Mientras el equipo ESM de un escuadrón de hunter-killer ruso detecta la emisión del Aurora y da la alarma, el HMS Turbulent ha salido de la banquisa y ha desplegado el 2026, su sonar remolcado. Aún está demasiado cerca de la banquisa y el ruido de fondo ciega su "rabo" (esto es terminología española, ellos lo llaman tail). El Aurora se acerca a tierra mientras a bordo ya van por el tercer rezo del Santo Rosario. Ya se ha dado la alerta a los cazas y los pilotos ya corren hacia sus SU-27 Flanker. De todas formas, la aventura del CP-180 no servirá de nada porque nuestro pequeño convoy submarino ya se ha sumergido, milagros a Lourdes por favor. De todas formas, el Turbulent disfrutará de una pequeña ventaja táctica: alarmado por la desaparición de SSBN y su escolta, el Almirantazgo en Moscú ha dado la orden de ir al hielo lo más rápidamente posible. Nuestros amigos viajan a más de diez nudos y en cuanto el Turbulent llegue a una zona de convergencia tendrá buenas posibilidades de escuchar sus frecuencias.

[juan de la cosa]

Tras separarse veinte millas de la banquisa, el 2026 da varias señales. Una ballena, varios bancos de peces y un sonido mixto, mezcla de varios sonidos en las frecuencias 50, 125 y 360 a unas cien millas y 324º N. Son nuestros amigos. Ahora hay que hacer un rumbo de interceptación y decidir cuál es la mejor táctica. De acuerdo con el cuaderno táctico ruso, habrá tres submarinos, dos nucleares y un SSK. Ahora es cuestión de averigüar su rumbo por triangulación, asi que nos desplazaremos a treinta millas y obtendremos un segundo datum. Llevaremos los datos al TMA y obtendremos el rumbo del contacto. ¿Qué es el TMA?. TMA es el acrónimo de Target Motion Analysis (análisis del movimiento del blanco). Es una computadora, con presentación en pantalla que a partir de dos o más datos de posición de un contacto y la información de los diversos sensores (sonares, radar, ESM) obtiene el rumbo, velocidad y posición del blanco. A partir de dicha información nos da la "solución", también llamada solución del blanco, solución de disparo o, ya dicho, la solución. Esa es la información que nuestros torpedos necesitan para alcanzar al blanco.

Hay que salir a profundidad de periscopio y sacar la antena satélite para informar a Whitehall de que tenemos contacto, ver de obtener alguna información del satélite (ignoramos que han cegado al KH-11) y ver si el CP-180 ha tenido suerte. La verdad es que no ha tenido ninguna, ha volado a 60 metros sobre el bastión y cada diez minutos ha subido a 360 metros y ha dado un barrido, pero no hay nada excepto grupos H-K. El operador ESM nos indica que hay tráfico radio en la frecuencia de los cazas rusos y nosotros queremos llegar a viejos. Emitimos la señal de misión fracasada al satélite y volvemos al hielo. Los primeros SU-27 están subiendo en espiral a la altura de crucero, 3500 metros para ahorrar combustible y aguardan vector de los radares GCI (ground control interception, control de tierra de interceptación). Éstos tienen un contacto variable a trescientas millas a 48º, 650 km/h y unos 360 metros y esperan a la señal de los cazas para darles vector. Comienza la caza.

[juan de la cosa]

Nuestro CP-180 Aurora ha bajado a 60 metros y lleva un rumbo perpendicular al anterior para despistar al radar Doppler de los cazas rusos. En su interior hemos pasado del Santo Rosario al "jesusito, jesusito, que me quede como estoy". Ellos pueden volar a Mach 2,3 y nosotros vamos a 650 km/h. Disponemos de contramedidas antimisil, pero nada nos salvará si nos localizan. Ningún caza OTAN puede protegernos y nuestra única esperanza es volar a ras del mar y acercarnos al hielo.
El HMS Turbulent ya ha localizado a nuestros amigos. Son tres, navegan a doce nudos y están a cien millas aproximadamente de nuestra posición actual. El capitán ha decidido esperarles en el hielo, un poco por fuera del borde y seguirles en el límite de los sensores, unos 6.000 metros. Bajamos a 150 metros por debajo de la capa y aceleramos a 7 nudos. Dentro de aproximadamente doce horas estaremos en posición. Nuestro pump-jet aumenta sus revoluciones ligeramente y nos deslizamos hacia el blanco.

[juan de la cosa]

Mientras a bordo del Turbulent nosotros somos tratados como un estorbo, nuestros religiosos amigos del Aurora tienen otras preocupaciones más allá de la relación histórica entre el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda y el Reino de España. En diez minutos llegarán al hielo, pero los primeros impulsos del radar Doppler ya están registrados en la consola ESM. Guíados por el GCI por nuestras escasas trepadas a nivel, vuelan supersónicos y con el radar encendido. Rápidamente, el operador ESM crea en su pantalla cinco Auroras a rumbo divergente. Engañados por los ecos de su radar, tres de nuestros perseguidores lanzan misiles de alcance medio R-73 a los falsos ecos pero...también nos lanzan uno a nosotros. El ESM está cantando un radar de pulso continuo de alta frecuencia, nos han localizado. Rápidamente las cinco imágenes desaparecen y en su lugar aparece ruido electrónico mientras preparamos el Chaff. Afortunadamente el misil es desviado, pero uno de los guardianes del bastión nos sigue y su radar Doppler está a punto de atravesar nuestro ruido electrónico. Nos faltan menos de cinco minutos para llegar al hielo. ¿Habrá suerte?