La Guardia Civil se incauta de una semirrígida con 4.650 kilos de hachís
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Escrito por Silvia Vivancos
viernes, 14 de agosto de 2009
Agentes del
Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil protagonizaban ayer uno de los golpes más duros jamás dados al narcotráfico en la zona del Estrecho,
al interceptar a una embarcación semirrígida donde viajaban cuatro ocupantes y en la que se han hallado 4.650 kilogramos de resina de hachís.
Los hechos se produjeron a las 5.45 horas cuando una patrullera del Instituto Armado, que llevaba a cabo un servicio rutinario de vigilancia marítima,
detectó a través de las cámaras de vigilancia, una embarcación semirrígida que se movía a gran velocidad en el Estrecho de Gibraltar a unas seis millas aproximadamente de la costa ceutí. De inmediato, los agentes lanzaron las señales acústicas y luminosas de alto que fueron ignoradas por los tripulantes de la semirrígida que emprendieron la huida en dirección oeste.
Tras una larga
persecución que duró casi hora y media, la Guardia Civil logró interceptar la embarcación, una semirrígida de color gris de 13 metros de eslora y 3,8 de manga, que disponía de
cuatro motores de 250 cv cada uno. En su interior se hallaron unos
153 fardos de droga, cuyo peso total supera los 4.600 kilos, el mayor alijo interceptado por el Servicio Marítimo en Ceuta en los últimos años. Y es que los alijos de mayor cantidad incautados en la ciudad no han superado los 600 kilos e, incluso en esos casos, los gomeros se han encarado con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En esta ocasión, los narcos se dieron a la fuga, aunque parece ser que fueron detenidos cuando la lancha casi no llegaba a superar los 30 nudos, -cuando ese tipo de embarcaciones alcanza los 50-, debido
al gran peso que ralentizaba su huida.
En la embarcación intervenida también se ha encontrado otra lancha, enrollada y desinflada y de menor envergadura, cuya función podría ser el desembarco de los fardos en las playas de la península.
Los detenidos son
dos ciudadanos marroquíes y otros dos portugueses, con edades comprendidas entre los
23 y los 40 años. En unión de las diligencias instruidas, hoy serán puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia tras producirse los hechos. La sustancia intervenida ha quedado depositada en el Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno y la embarcación decomisada a disposición de dicha Autoridad Judicial, quedando depositada provisionalmente en la base del Servicio Marítimo Provincial.
Incautación. Hora y media de persecución
Sobre las seis de la mañana, efectivos del Servicio Marítimo de la Guardia Civil detectaron una embarcación que, escondida tras las rocas, intentaba, al parecer regresar a las costas marroquíes, de donde procedía, posiblemente al verse imposibilitada a continuar su trayecto hacia la península.
Al verse descubierto por los agentes del Instituto Armado, y tras casi hora y media de persecución, los agentes consiguieron detener a la lancha, una embarcación semirrígida que portaba más de 4.600 kilogramos de hachís.
En su interior viajaban cuatro personas, dos de nacionalidad marroquí y otras dos de origen portugués. Precisamente se baraja la hipótesis de que la droga iba destinada a territorio luso, dadas las características de la embarcación, equipada para largos recorridos, una práctica, por otra parte, habitual últimamente entre los narcotraficantes.
Estrategias. Intentaban regresar a Marruecos
La embarcación interceptada tenía
intención, al parecer, de regresar hacia Marruecos. Según fuentes consultadas por este medio, la lancha se vio obligada a volver hacia el país vecino, ante lo que parecen ser dificultades para alcanzar la península. Al comprobar la presencia de los agentes,
la embarcación se ocultó tras unas rocas antes de iniciar el camino de regreso, intento inútil que finalizó en la detención de sus ocupantes y la incautación de la droga.
Recordar que son muchas las estrategias que los narcos emplean en su objetivo de alcanzar las costas de la península con su carga de droga. Una de ellas, quizá la más habitual entre estos traficantes, es la de utilizar como señuelo otra lancha, mientras que la portadora de la droga inicia un trayecto diferente.
Almacenaje. El búnker del Instituto Armado casi al límite de su capacidad
Los casi 5.000 los kilos aprehendidos por la Guardia Civil en esta intervención se suman a los 2.000 incautados recientemente en un camión y a los alijos de menor envergadura pero que aún así varían entre los 300 y 600 kilogramos. Una cantidad total que será almacenada en el búnker que la Guardia Civil tiene en San Amaro y que podría encontrarse en una situación de ocupación bastante elevada,
prácticamente superando las ocho toneladas.
Esta droga es trasladada a la península periódicamente o bien cuando la capacidad del búnker llega a su límite, desde que se prohibieron las quemas controladas de droga.
El segundo búnker, cuya construcción en el Puerto parece ser que se encuentra paralizada, ayudaría a almacenar una mayor cantidad de droga, por lo que no sería necesario efectuar un número tan alto de traslados de droga a la península que, por otra parte, tienen un coste muy elevado.
Destino. La embarcación interceptada se dirigía, al parecer, hacia Portugal
Las dimensiones de la embarcación interceptada, de gran tamaño en relación a las que habitualmente cruzan el Estrecho, hace que surjan conjeturas sobre el destino final de la droga que, en este caso, podría no ser Algeciras. Al parecer, y según ha podido conocer este medio,
todo parece indicar que la embarcación se dirigía hacia Portugal. Esta hipótesis podría cobrar más fuerza en cuanto dos de los detenidos son originarios de ese país.
En cualquier caso,
lanchas de esta envergadura suelen ser empleadas para el traslado de la droga hacia la zona de Levante. Es la práctica habitual de un año a esta parte, en que se estilan los recorridos de larga distancia, acompañado del transporte de ingentes cantidades de droga. Al parecer a los narcos, les resulta más rentable este tipo de travesía en la que en un sólo viaje pueden conseguir una considerable partida económica. Éste es, según parece, el modus operandi de esta última embarcación incautada, tal y como se puede deducir de la presencia de algunos alimentos que los gomeros llevaban en el interior de la lancha, al parecer para soportar un viaje de más envergadura.
Recordar que la última incautación de droga, también en una embarcación semirrígida en las costas de Benzú, tenía fijado su destino a la zona de Levante y, para ellos, se avituallan para estos largos recorridos, llevando alimentos y petacas de gasolina.
Por otra parte, fuentes consultadas por ‘El Faro’ también han indicado que la lancha interceptada podría haberse desviado de su ruta habitual, momento en que fue interceptada por los agentes de la Guardia Civil que prestaban el servicio rutinario de vigilancia en las costas ceutíes.