Parece que Francia tiene algo que decirle a Zigor:
ESTA SITUACIÓN LLEVA AÑOS PRODUCIÉNDOSE
Alerta en Francia por la infiltración terrorista en la Policía y el Ejército
Las autoridades galas tienen contabilizados a 8.250 individuos radicalizados en todo el país. No todos viajan a Siria o a Irak para alistarse en las filas del ISIS, otros se infiltran en la Policía y en las Fuerzas Armadas.
Gaceta.es
Martes, 5. Abril 2016 - 20:02
El número de individuos que han asumido posiciones islamistas radicales se ha duplicado en Francia en menos de un año, según un informe publicado el pasado mes de febrero por el diario Le Figaro. De acuerdo con el citado documento, elaborado por el Ministerio del Interior francés, las autoridades galas tenían contabilizados a finales de enero de este año a 8.250 individuos radicalizados en todo el país, frente a los 4.015 de marzo de 2015.
Frente a las tesis más extendidas, el desencadenante de esa radicalización es en el 95% de los casos un "contacto humano", es decir, el encuentro con un radical, y no Internet o las redes sociales, precisa la Unidad de Coordinación de la Lucha Antiterrorista. Pero no todos viajan a Siria o a Irak para alistarse en las filas del Estado Islámico, otros se infiltran en diferentes sectores, incluidos la Policía y las Fuerzas Armadas.
El Departamento de Seguridad Pública ha tenido conocimiento de hasta 17 casos de agentes de Policía radicalizados entre 2012 y 2015. Así lo refleja un informe del Instituto Gatestone que hace referencia a una nota interna de este Departamento de la que se hizo eco el diario Le Parisien. Ese escrito detalla cómo estos policías escuchaban y reproducían cantos musulmanes durante sus patrullas, se negaban a ofrecer protección a las sinagogas y a guardar un minuto de silencio en memoria de las víctimas de ataques islamistas. Además, el nerviosismo en el Cuerpo se ha incrementado debido a que los agentes van armados y tienen acceso a las bases de datos policiales.
Para hacer frente a estos casos -calificados como "excepcionales"-, el cuartel central de la Policía en París ha puesto en marcha una revisión semanal de cualquier conducta que haga sospechar que un agente musulmán pueda estar radicalizándose. Pero la Policía no es la única institución afectada por el islamismo radical, también el Ejército francés se ha visto salpicado. En 2013, el coronel Pascal Rolez aseguró en el quinto debate parlamentario sobre seguridad nacional que "estamos observando un aumento de la radicalización en el Ejército francés, en especial desde el caso Merah". Mohamed Merah era un joven francés musulmán que en el año 2012 asesinó a tres soldados franceses en Toulouse y Montauban y a cuatro franceses judíos en una escuela de Toulouse. Para identificar a los efectivos de las Fuerzas Armadas susceptibles de ser radicalizados, la Dirección de Protección y Seguridad de la Defensa presta especial atención a los cambios de estos en la vestimenta, las bajas por enfermedad reiteradas y los viajes realizados, así como la sustracción de material militar.
La emisora de radio RFI alertó en enero de 2015 de que un total de 10 soldados franceses habían huído a Siria e Irak para alistarse en las filas del Estado Islámico. Ese mismo mes, las Fuerzas de Seguridad informaron de que Emmanuelle C., una gendarme auxiliar francesa de 35 años se había convertido al Islam cuatro años antes y que tenía una relación con Amar Ramdani, en busca y captura por posesión de armas y tráfico de drogas y cómplice de Amedy Coulibaly. Tan sólo seis meses después, el 16 de julio de 2015, el presidente francés François Hollande anunció que se había frustrado un atentado contra una base militar francesa. Días antes, cuatro hombres -entre ellos un veterano marine- fueron detenidos y en su declaración admitieron que entre sus planes se encontraba la infiltración en una base naval en el sur de Francia para luego secuestrar a un oficial de alto rango, decapitarlo y difundir las imágenes del asesinato. "El riesgo se encuentra en el hecho de que miembros de las Fuerzas de Seguridad puedan atacar a sus compañeros, que alguien con uniforme pueda atacar a otra persona que viste el mismo uniforme", explican los expertos en terrorismo.
Punto y final parece ¿no?