Son casos distintos: en el caso de jefes de Estado Mayor o directores generales, los contactos/afinidades políticas/ideológicas tienen mucho que ver con su nombramiento.paloalto escribió:Siento no estar de acuerdo contigo pagano, es como si juzgamos a todos los militares por las actuaciones del Jefe del Ejército y sus paseitos con la señora Chacón; a los GC por las actuaciones de Roldán, o a los miembros del CNI por las pendejadas del ingeniero.
Un jefe de grupo, o un Jefe de Sección, en el CNP, recibe órdenes de sus superiores pero de ahí a que reciba instrucciones políticas.....Prosperará más o menos dependiendo si es de la cuerda o no de sus Jefes, pero como en todos los sitios. (GC,Ejército, CNI). Es más, pienso que en ámbitos más militares un mando intermedio está expuesto a más presiones.
Todo esto con sus correspondientes matices, claro está.
Pero desarrollemos una hipótesis: ¿Qué pasaría si un jefe de Estado Mayor promocionara y/o diera los destinos/mandos a aquellos oficiales que son de su afinidad política/ideológica frente a los méritos/historial de otros oficiales?
Una cosa muy parecida se dio en los años 80 en las FAS, donde muchos mandos (especialmente con gran aceptación entre mandos y tropa) fueron apartados temporal (y en algunos caso definitivamente) de ascensos y/o nuevos destinos porque en el primer gobierno González (aquel donde su ministro de Defensa declaró que la Armada tendría el PdA porque no puede ir por la Castellana) había miedo a que pudieran utilizar a las fuerzas a su mando en nuevas asonadas.