Mario Fernández dimite por sus diferencias con el PNV sobre el futuro de Kutxabank.
El presidente de Kutxabank, Mario Fernández, ha presentado esta mañana su dimisión del cargo en el transcurso de una reunión del consejo de administración de la entidad financiera vasca. Todo apunta a que la razón para su renuncia se centra en las evidentes y públicas discrepancias que mantenía desde hace meses con los responsables del Partido Nacionalista Vasco y algunos importantes cargos institucionales de esta formación, en torno a la estrategia de futuro y a la hipotética entrada de capital privado en su accionariado. Según ha podido conocer EL CORREO, el relevo ha sido consensuado y preparado desde hace varios meses con el accionista mayoritario de Kutxabank, la antigua caja de ahorros y ahora fundación vizcaína BBK. Algunas fuentes señalan, además, que Mario Fernández trasladó internamente su deseo de abandonar el cargo a principios de verano, al no sentirse suficientemente respaldado por los accionistas, pero acordaron aplazar la materialización de la renuncia hasta después de conocerse el resultad del "stress test" del banco central europeo y de encauzar las alegaciones a la nueva normativa que quiere implantar el Banco de España y que afecta a las antiguas cajas de ahorros.
El patronato de la Fundación BBK, accionista mayoritario del banco al controlar el 57% de sus acciones, que ha sido convocado también esta mañana de forma extraordinaria, nombrará hoy mismo a Gregorio Villalabeitia como nuevo representante en el consejo de administración de Kutxabank y mañana será ratificado como presidente por los órganos de gobierno del banco, para asumir el cargo que dejará vacante Mario Fernández. Villalabeitia, licenciado en Empresariales por la Comercial de Deusto, nacido en Barakaldo en 1951, tiene una dilatada trayectoria en el sector financiero desde que inició su carrera en la oficina del Banco de Vizcaya en Londres. Más tarde entró en la plantilla de la Caja de Ahorros Vizcaína, antecesora de Kutxabank, donde llegó a ocupar la dirección general. De ahí fue fichado para dirigir el Banco Cooperativo Español y más tarde pasaría a Argentaria, también como director general, para finalizar su andadura en el BBVA. En la actualidad y desde 2006 era socio de la empresa de selección de directivos Seeliger y Conde.
Mario Fernández, que acaba de cumplir 71 años, asumió la presidencia de la caja vizcaína BBK en el verano de 2009, para sustituir a Xabier Irala, con el objetivo clave de propiciar la fusión con las otras dos cajas vascas -la alavesa Vital y la guipuzcoana Kutxa-, proceso que se había intentado durante décadas pero que había fracasado por la ausencia de un consenso político suficiente y también por discrepancias sobre el peso relativo de cada territorio en la entidad resultante del proceso. Culminada la fusión a finales de 2012 y tras haber gestionado la adquisición de Caja Sur, lideró la gestión de Kutxabank, fruto de la fusión de las cajas vascas, que tuvo que adoptar la forma jurídica de banco debido a las modificaciones legislativas que comenzaban ya a transformar el panorama de una parte sustancial del sistema financiero español. En su trayectoria figura una dilatada experiencia política -fue consejero de Trabajo del Gobierno vasco y más tarde vicelehendakari, en los ejecutivos de Carlos Garaikoetxea-, así como una exitosa carrera profesional -fue durante años máximo responsable de los servicios jurídicos del BBV- y está considerado como uno de los principales expertos en derecho mercantil y financiero de España. En la actualidad forma parte del consejo de administración de Repsol, como vocal independiente. También ha ejercido la docencia como profesor de derecho mercantil en la Universidad de Deusto. Deja Kutxabank en un momento de incertidumbre sobre su futura composición accionarial, pendiente aún de que el Banco de España fije sus criterios definitivos sobre esta materia, pero con todas las dudas despejadas sobre la salud patrimonial del balance, después de haber atravesado la fase más dura de la crisis económica y de haber sido calificado el banco como el más solvente de España en la relación entre sus fondos propios y los riesgos que tiene asumidos, por un reciente y exhaustivo análisis del Banco Central Europeo.
Ha sido precisamente el diseño estratégico del futuro de Kutxabank el que ha separado a Mario Fernández del PNV, partido que propició su nombramiento gracias al control que ejerce sobre algunas instituciones públicas que determinan la composición del consejo de administración del banco y el que ha condicionado su dimisión oficializada hoy. El pasado mes de febrero, en una conferencia pronunciada en el Forum Deusto, Fernández dibujó la trayectoria que en su opinión debía recorrer Kutxabank en los próximos años, para cumplir una legislación de nuevo cuño que quiere acabar con la influencia de los políticos en las entidades financieras, así como para mantener unos elevados ratios de solvencia y una generación de recursos suficiente para mantener la obra social que desarrollan las cajas fundadoras. Así, no dudó en augurar que sería necesario dar entrada a socios privados de forma progresiva en el capital del banco e incluso llegó a anticipar que su salida a Bolsa -como ya han hecho otras antiguas cajas, como es el caso de La Caixa- sería el camino más adecuado para estructurar ese proceso.
Si bien en los primeros momentos su propuesta fue aparentemente bien recibida por la dirección del PNV, aunque de forma tibia, -Fernández ya había advertido que su iniciativa era personal y que aún no tenía el respaldo de los órganos de gobierno del banco y tampoco de los accionistas-; al tiempo que surgía la oposición frontal manifestada por el sindicato ELA y también por la izquierda abertzale, fue evidente el progresivo giro en las posiciones del Euskai buru batzar, la dirección jeltzale. Un giro acelerado también por los recelos que esta privatización de Kutxabank generaba en algunos destacados representantes de la formación política. El diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, fue tajante al afirmar desde el primer momento su oposición a la estrategia planteada por el presidente del banco. Más recientemente, el lehendakari Iñigo Urkullu, en unas manifestaciones realizadas en el Parlamento vasco, acreditó el distanciamiento de su partido respecto a la hoja de ruta esbozada por el presidente de Kutxabank, al anunciar que mantiene un "criterio contrario" a la entrada de socios privados en la entidad, al tiempo que redujo a una mera "hipótesis de trabajo" la propuesta formulada por Fernández.
Agradecimiento de la BBK
Tras hacerse pública hoy la decisión de Mario Fernández de abandonar la presidencia de Kutxabank, el presidente de BBK, Xabier Sagredo, ha manifestado su deseo de “trasladar públicamente el más sincero agradecimiento de BBK a Mario Fernández por la extraordinaria labor que ha desempeñado durante el tiempo en que ha ocupado la presidencia de BBK y de Kutxabank. Su trabajo y dedicación cuentan con todo mi respeto y admiración, ya que han colocado a Kutxabank en lo más alto del mapa financiero del Estado. Mario Fernández ya nos trasladó antes del último verano su voluntad de dar por concluida su etapa al frente de Kutxabank una vez la entidad hubiera superado el test de estrés, cosa que hizo con una nota extraordinaria y un reconocimiento unánime. Aquella comunicación previa nos ha proporcionado durante estos últimos meses el tiempo, la tranquilidad y el margen de maniobra necesarios para garantizar una transición organizada”.